Shosuro Maijin

Diario de una dama

03 enero 2006

miércoles, septiembre 21, 2005


Día azul

Limpio cielo nos cubre y nos cobija bajo su delicado perfume de sol y mar. Pronto llegará el otoño con sus ocres brillantes y su viento, revolucionando las faldas de lana que cubren piernas morenas de este caluroso y extraño verano, sin apenas lluvia y, al menos para mí, sin vacaciones.
No tengo dinero para viajar, no tengo independencia para hacer nada y las posibilidades de descansar me acarrearían peores consecuencias que el descanso en sí. Bendita independencia.
Admiro a esas mujeres libres que nunca se han preocupado de dar explicaciones por todo lo que hacen, que discuten si es necesario, que protestan y exigen sus derechos, pero es tan difícil para mí hacerlo, cuando es mi progenitora la que me tortura con sus gritos, su mala sangre, su amargura que expande a las y los que le rodean.
No me hagais mucho caso amigas y amigos, es mi naturaleza de contar a los cuatro vientos mis miserias. Solo lo hago para calmar mi corazón, mi cabeza y, sobre todo, mi boca, porque las posibles respuestas que saliesen a través de mis dientes, podrían ser peores que un mordisco.
Gocemos de este día, mientras el verano da sus últimos coletazos. Quizás pasee por los jardines, al lado del cementerio, con un libro en la mano, me tiraré allí y gozaré de estos últimos rayos de sol.