O meniño pechou os ollos dooridos
La pesadez del calor oprimía mis sienes.
El aroma dulzón de las flores inundaba mi nariz como amoníaco.
La mantita blanca cubría su pequeño cuerpo.
El silencio era casi absoluto.
- Que bonito es...parece un ángel.
- Sí, se parece a su padre.
Su madre lo mira y lo mira.
Su rostro compungido y rojo.
Sus ojos lloran y los míos le acompañan.
Permanezco quieta, como una roca llena de musgo.
No puedo acercarme a ella.
Su esposo la abraza.
Mis ojos no podían apartarse de sus ojos cerrados
El bebé encajonado
en caja blanca fue enterrado.
Mis pies dan media vuelta
solo el eco de mis pisadas permanecen en la estancia.
2 Comments:
A verdade é que foi triste.
Cecais é millor así, ou cecais non, pero millor agora que dentro duns anos, cando o agarimo sexa maior
Publicar un comentario
<< Home