Dama Oriental
Sentada esperas,
dama oriental.
Aunque tu mirada es triste
el carmín de tus labios me sonríe.
La nieve de tu piel
me derrite el corazón
el frú-frú de tus vestidos
se cuela en mis sueños
y me desvela.
Perdido en la batalla
he dejado mi destino.
Suelto el manto de tus cabellos
como el hollín negros.
Dame tu aliento,
doncella blanca,
cántame una canción de leyenda,
ofréceme el calor de tu voz,
necesito tu consuelo.
La seda de tus dedos
entrelaza entre los míos
permite que goce esta noche
de tu abrazo más sincero
deja que el viento se lleve
mi recuerdo...
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