Shosuro Maijin

Diario de una dama

03 enero 2006

domingo, octubre 09, 2005

Distancia

A veces la distancia entre corazón y mente es tan grande que nuestra existencia se vuelve fría o conflictiva y el sufrimiento hiere nuestra alma con pequeñas grietas que se van ahondando hasta rompernos en mil pedazos hechos de melancolía.

Mi corazón es fuerte, no así mi mente, pues se pierde laberíntica en la sombría duda de un vivir extraño.

Las normas no se han escrito para mí, pero aprietan hasta ahogarme en un río de profundas corrientes enlodadas de prejuicio y estupidez.

Desearía ser anodina en un mar anónimo de rostros sin rasgos para existir sin ser detectada, pero... existir sin vivir, asumiendo sin más lo que los demás me permiten ver, escuchar, oler, tocar, saborear, sentir...

Pero sentir es mi mayor pecado, sentir es mi mayor orgullo, sentir con ese corazón cercano a mí, lejano, a veces ajeno.
Telegrafiando mi amor por tí.

Quizás sea mejor así, fuera del puzzle de una norma advenediza, encajando las piezas dispersas en una aventura cotidiana, sin recortar mi fuero interno, sin desaparecer en la masa informe de corazones marchitos y malditos por el pensamiento único que su mente les obliga a palpitar.

Colores somos y en colores nos convertimos.
¿cuál escoges?